martes, 6 de abril de 2010

La Telepatía


En los planos más materiales y cercanos a este tridimensional, la telepatía es la facultad que tienen los seres humanos de comunicarse por otras vías, no precisamente materiales, no a través de lenguajes, no a través de las señas, no a través de los signos, sino más bien a través de las mentes, o bien a través de los plexos solares, o bien a través de las almas o de los espíritus.

Es la forma más sencilla de trascender la ba­rrera de los idiomas y de los esquemas culturales. Con ella se busca establecer nexos profundos de unión en­tre los seres de diversas civilizaciones y dimensiones.

El espíritu del hombre ha venido presionando a su vehículo terrestre para que desarrolle un mecanismo nuevo de comunicación, y es gracias a este hecho, que la telepatía ha venido desarrollándose mediante la activación de ciertas glándulas que se encuentran en el cerebro. En esta activación se mueven corrientes energéticas que van desde el mundo astral o de las emociones, desde el mundo mental o de las ideas, hasta el vehículo físico, de tal forma que estas corrientes energéticas, van moldeando al que será su futuro cuerpo de manifestación.

La glándula pineal
La glándula pineal quien será la responsable de esta comunicación, ha venido cambiando, mutando, a través de las últimas generaciones terrestres, gracias a la presión que están ejerciendo las corrientes energéticas que el espíritu del hombre ha puesto en funcionamiento. Será a través de esta glándula como vaya despertándose ese nuevo mecanismo de expresión humana.

La telepatía es emisión y canalización de ondas men­tales. Estas no sólo trasmiten ideas sino también emo­ciones y sentimientos, de tal manera que la comunicación termina siendo integral, llegando a sentir y a co­nocer vibratoriamente al emisor.
Si la conexión se estableciera con una entidad vi­bratoriamente negativa, lo que percibirían seria des­confianza, intranquilidad y cierto rechazo.


El lenguaje
Por otra parte el lenguaje deberá ir cambiando para dar lugar a nuevos términos y vocablos que puedan expresar correctamente las experiencias espirituales, experiencias que van más allá de los términos limitantes del tiempo y espacio, experiencias que tienen que ver con sensaciones aún no conocidas en la Tierra, desde colores, sonidos y aromas, hasta percepciones de realidades distintas de las que normalmente se conocen en estos planos de actividad física.

La telepatía irá siendo del dominio público a medida que la humanidad la vaya necesitando. Por lo pronto, el trabajo continuo sobre un nuevo lenguaje de expresión, sobre nuevos términos, sobre nuevos conceptos, sobre nuevas palabras que nos acerquen a la realidad espiritual, debe ser tarea común y prioritaria para todos nosotros.


Telepatía y desarrollo actual del Ser humano
Si los hombres tuvieran en este momento el dominio completo de la telepatía ¿que harían? En primer término los seres humanos están muy poco preparados para conocer la realidad de los pensamientos ajenos. En términos generales, los pensamientos propios de cada persona son totalmente observados de manera consciente por ella misma y si estos mismos pensamientos los fueran a captar otras personas, sería tal su sorpresa y su choque emocional, que seguramente sus actividades se verían seriamente perturbadas afectando sus relaciones con la gente que la rodea.


La realidad interior, la realidad de los pensamientos humanos es algo que no se vive de manera consciente, porque la conciencia del hombre se encuentra deambulando entre diferentes estados, entre diferentes niveles y su mente trabaja hasta cierto punto de manera inconsciente y, podríamos decir, a escondidas de la conciencia.
Sin embargo, en las nuevas generaciones, en los niños que ahora están apareciendo en la Tierra, dichas glándulas vienen con cambios ligeros pero ya perceptibles, que harán posible la manifestación telepática a edades muy tempranas. Así pues, no se asombren si de pronto sus niños empiezan a tener dotes desconocidos en ustedes.

¿Cómo funciona la telepatía?
Al momento de proyectar nuestras ondas mentales, se activa uno de vuestros sensores ubicado en el siste­ma nervioso, que influye en el proceso intuitivo, predisponiéndolos para entablar el dialogo.
Ciertamente el receptor recibe la onda mental y su cerebro automáticamente lo decodifica e interpreta, de tal manera que a la persona le pareciera estar escuchando en su mente como si le hablaran al oído, y en su propio idioma materno.

Las ondas mentales no conocen distancia y se mue­ven a velocidades incomprensibles para ustedes, lo cual facilita la comunicación. Esas ondas que reciben requieren de una actitud receptiva, por ello en una reu­nión podrían encontrarse muchas personas y pocas captarían el mensaje; y también se podría dar el caso de que muchas personas presentes, con la sensibilidad y actitud adecuada, que suele aportar la meditación, podrían captar simultáneamente el mismo mensaje.

Para que las antenas receptores no tengan bloqueos y puedan percibir y recibir mensajes con la seguridad que se necesita para este tiempo, les recomendamos que realicen ejercicios de depuración mental ya sea meditando con constancia, concentrándose en la na­turaleza con ejercicios de contemplación o con prácti­cas de interiorización.


La concentración sobre algo positivo hace que la mente depure todo mal pensamiento o actividad inde­seable y permita ser un buen agente receptor de ondas de un nivel elevado, tanto conscientemente como a ni­vel de sueños.

La nueva tarea
La tarea de este tiempo pide a los iniciados, a los aspirantes y a los discípulos en general, un trabajo muy importante. En estos tiempos es preciso establecer el contacto con el inconsciente colectivo de la humanidad. La telepatía se da en sus primeras etapas, entre el consciente individual y el inconsciente colectivo. Bastan unas cuantas horas de meditación para que el ser empiece a captar las necesidades que privan en este inconsciente colectivo. Es preciso entonces, una vez contactado este inconsciente, sembrarlo de amor, sembrarlo de todas aquellas emociones positivas que puedan equilibrar las energías que actualmente se encuentran en desorden.


La telepatía es pues, un mecanismo de alta utilidad para el momento actual. En principio ese inconsciente colectivo se nutre de todas las emociones y de todos los pensamientos que el conjunto de seres humanos están continuamente emitiendo. Este conglomerado de emociones e ideas forman en sí mismo una gran conciencia y esa conciencia hasta cierto punto, puede dirigir los destinos de la humanidad.

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